jueves, 15 de diciembre de 2016

LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL


MAPA ANTES Y DESPUES DE LA 2º GUERRA MUNDIAL































INFORMACIÓN


La Segunda Guerra Mundial fue un conflicto militar global que se desarrolló entre 1939 y 1945. En él se vieron implicadas la mayor parte de las naciones del mundo, incluidas todas las grandes potencias, agrupadas en dos alianzas militares enfrentadas: los Aliados de la Segunda Guerra Mundial y las Potencias del Eje. Fue la mayor contienda bélica de la Historia, con más de cien millones de militares movilizados y un estado de «guerra total» en que los grandes contendientes destinaron toda su capacidad económica, militar y científica al servicio del esfuerzo bélico, borrando la distinción entre recursos civiles y militares. Marcada por hechos de enorme repercusión histórica que incluyeron la muerte masiva de civiles, el Holocausto y el uso, por primera y única vez, de armas nucleares en un conflicto militar, la Segunda Guerra Mundial fue el conflicto más mortífero en la historia de la humanidad,1 con un resultado final de entre 50 y 70 millones de víctimas.

El comienzo del conflicto se suele situar en el 1 de septiembre de 1939, con la invasión alemana de Polonia, el primer paso bélico de la Alemania nazi en su pretensión de fundar un gran imperio en Europa, que produjo la inmediata declaración de guerra de Francia y la mayor parte de los países del Imperio británico y la Commonwealth al Tercer Reich. Desde finales de 1939 hasta inicios de 1941, merced a una serie de fulgurantes campañas militares y la firma de tratados, Alemania conquistó o sometió gran parte de la Europa continental. En virtud de los acuerdos firmados entre los nazis y los soviéticos, la nominalmente neutral Unión Soviética ocupó o se anexionó territorios de las seis naciones vecinas con las que compartía frontera en el oeste. El Reino Unido y la Commonwealth se mantuvieron como la única gran fuerza capaz de combatir contra las Potencias del Eje en el Norte de África y en una extensa guerra naval. En junio de 1941 las potencias europeas del Eje comenzaron la invasión de la Unión Soviética, dando así inicio a la más extensa operación de guerra terrestre de la Historia, donde desde ese momento se empleó la mayor parte del poder militar del Eje. En diciembre de 1941 el Imperio del Japón, que había estado en guerra con China desde 19372 y pretendía expandir sus dominios en Asia, atacó a los Estados Unidos y a las posesiones europeas en el océano Pacífico, conquistando rápidamente gran parte de la región.

El avance de las fuerzas del Eje fue detenido por los Aliados en 1942 tras la derrota de Japón en varias batallas navales y de las tropas europeas del Eje en el Norte de África y en la decisiva batalla de Stalingrado. En 1943, como consecuencia de los diversos reveses de los alemanes en Europa del Este, la invasión aliada de la Italia Fascista y las victorias de los Estados Unidos en el Pacífico, el Eje perdió la iniciativa y tuvo que emprender la retirada estratégica en todos los frentes. En 1944 los aliados occidentales invadieron Francia, al mismo tiempo que la Unión Soviética recuperó las pérdidas territoriales y ambos invadían Alemania.

La guerra en Europa terminó con la captura de Berlín por tropas soviéticas y polacas y la consiguiente rendición incondicional alemana el 8 de mayo de 1945. La Armada Imperial Japonesa resultó derrotada por los Estados Unidos y la invasión del archipiélago japonés se hizo inminente. Tras el bombardeo atómico sobre Hiroshima y Nagasaki por parte de los Estados Unidos y la invasión soviética de Manchuria, la guerra en Asia terminó el 15 de agosto de 1945 cuando Japón aceptó la rendición incondicional.
La guerra acabó con una victoria total de los Aliados sobre el Eje en 1945. La Segunda Guerra Mundial alteró las relaciones políticas y la estructura social del mundo. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) fue creada tras la conflagración para fomentar la cooperación internacional y prevenir futuros conflictos. La Unión Soviética y los Estados Unidos se alzaron como superpotencias rivales, estableciéndose el escenario para la Guerra Fría, que se prolongó por los siguientes 46 años. Al mismo tiempo declinó la influencia de las grandes potencias europeas, materializado en el inicio de la descolonización de Asia y África. La mayoría de los países cuyas industrias habían sido dañadas iniciaron la recuperación económica, mientras que la integración política, especialmente en Europa, emergió como un esfuerzo para establecer las relaciones de posguerra.


 La Segunda Guerra Mundial involucró a varias naciones y se libró en diferentes lugares y frentes, separados entre sí por grandes distancias. Aunque las causas para el inicio de hostilidades varían en cada frente; históricamente, la Invasión de Polonia de 1939 y el Ataque a Pearl Harbor en 1941 son considerados los detonantes de la guerra en Europa1 y Asia respectivamente. En Japón, la primera y la Segunda Guerra Mundial suele ser estudiada junto con la Segunda Guerra Sino-Japonesa o incluso con eventos anteriores;2 desde este punto de vista, el detonante de la guerra en Asia habría sido el Incidente del puente de Marco Polo en 1937 o el Incidente de Mukden en 1931.






martes, 29 de noviembre de 2016

PALABRAS LEXICAS DE LLUVIA

                   SINONIMOS DE LLUVIA



- Aguacero, chaparrón, chubasco, precipitación, borrasca, tormenta, tempestad, tromba, diluvio, calabobos, sirimiri, orvallo

- Abundancia, copia, profusión, afluencia, avalancha, exceso, plaga


-Aguacero: lluvia repentina, impetuosa y de poca duracion.

-Chaparrón: lluvia intensa que dura poco.
 
-Chubasco: aguacero acompañado de mucho viento.

-Precipitacion: agua procedente de la atmósfera y que en forma sólida o líquida se deposita sobre la superficie de la tierra.

-Borrasca: alteración atmosférica caracterizada por viento y lluvia que se produce por bajas presiones.

-Tormenta: tempestad de la atmósfera.

-Tempestad: perturbación atmosférica que se manifiesta por variaciones en la presión ambiente y por fuertes vientos, acompañados a menudo de truenos, lluvia o nieve.

-Tromba: Columna de agua que se levanta en el mar por efecto de un torbellino.

-Diluvio: lluvia muy abundante y fuerte.

-Calabobos: llovizna menuda y continua.

-Sirimiri: llovizna, calabobos.

-Abundancia: gran cantidad de agua.

-Afluencia: abundancia o gran cantidad de agua.


jueves, 17 de noviembre de 2016

LAS CONSTITUCIONES DE ESPAÑA

CONSTITUCIONES DE ESPAÑA


La colección de Constituciones originales es sin duda alguna una de las más importantes que custodia el Archivo del Congreso de los Diputados. Darla a conocer constituye una obligación para la Cámara.
Existen numerosas publicaciones de Derecho e historia constitucional, pero pocas veces pueden verse en ellas reproducciones de los ejemplares originales de las Constituciones, documentos trascendentales para la historia de España.
La página web que presentamos contiene unos estudios divulgativos sobre cada una de las constituciones (1812, 1834, 1837, 1845, 1869, 1876, 1931 y 1978) y enlaces a los textos de las mismas en el formato original manuscrito o en ediciones impresas. También, imágenes de las personalidades políticas  relacionadas con cada una de ellas y el escenario de los acontecimientos más relevantes que, lógicamente, en muchos casos es el Salón de Sesiones del Congreso de los Diputados.
Con todo ello se pretende acercar a los ciudadanos una parte significativa de nuestra historia política y constitucional cuyos documentos esenciales se conservan desde hace doscientos años en el Archivo del Congreso de los Diputados.

CONSTITUCION DE 1812: 

La Constitución de Cádiz,
aprobada el 19 de marzo de 1812, festividad de San José, conocida por eso como la Pepa, es la primera Constitución propiamente española, ya que el Estatuto de Bayona de 1808 no dejó de ser una “Carta otorgada” marcada por el sello napoleónico.
La Constitución se aprobó en el marco de la Guerra de la Independencia (1808 a 1814), y fue la respuesta del pueblo español a las intenciones invasoras de Napoleón Bonaparte que, aprovechando los problemas dinásticos entre Carlos IV y Fernando VII, aspiraba a constituir en España una monarquía satélite del Imperio,  como ya había hecho con Holanda, Alemania e Italia, destronando a los Borbones y coronando a su hermano José Bonaparte. Pero la respuesta de los ciudadanos, jalonada por sucesos como el Motín de Aranjuez, las Renuncias de Bayona y el levantamiento de los madrileños el 2 de mayo, encerró un segundo significado para una pequeña parte del pueblo español. La España patriota, disgregada en un movimiento acéfalo de Juntas, entre levantamientos, sitios y guerrillas se unió finalmente en una Junta central Suprema, y después en una Regencia de cinco miembros, cuyos cometidos principales fueron la dirección de la guerra y la reconstrucción del Estado. En este punto los pareceres se encontraban divididos: había quienes deseaban seguir anclados en el Antiguo  Régimen, quienes deseaban una reforma templada a la inglesa y aquellos que, influidos por las doctrinas y ejemplo de Francia, consideraban que la reconstrucción había de ser más radical. Éste fue el criterio que finalmente se impuso, y la Regencia convocó reunión a Cortes en la isla de León el día 24 de septiembre de 1810. La designación de los Diputados a las mismas se realizó de manera anómala, explicable por la situación del país, y su aportación fundamental fue la Constitución de 1812.

ESTATUTO REAL DE 1834:
La intervención de los Cien Mil Hijos de San Luis en 1823 puso fin al Trienio liberal y dio paso a la llamada "Década Ominosa", en la que Fernando VII recuperó plenos poderes desde 1823 a 1833, pero sin retornar plenamente al Antiguo Régimen sino entroncando con el despotismo ilustrado de Carlos III. La reacción antiliberal fue menos fuerte que en la primera época, y ello provocó, en el marco de los problemas sucesorios, la división entre los "realistas puros", descontentos de la moderación del régimen y que apoyaron al hermano del Rey, Don Carlos María Isidro, y aquellos que respaldaron a Fernando VII y su apertura moderada.
Tras la muerte del rey el 29 de septiembre de 1833, el 3 de octubre de ese año se hizo público su testamento, en el que nombraba a su viuda, María Cristina de Borbón, Gobernadora del Reino durante la minoría de edad de su hija Isabel II, instituyéndose un Consejo de Gobierno que habría de asesorarla y que se encargaría de realizar la transición liberal. La reforma, dirigida en primer término por Cea Bermúdez y más tarde por Martínez de la Rosa, no restablecería la Constitución de 1812, pero sí abriría el paso a una nueva constitución, el Estatuto Real de 1834.

CONSTITUCION DE 1837:

La Constitución de 1837 fue fruto de la crisis del Estatuto Real, y sobrevivió dificultosamente hasta su derogación definitiva por la Constitución de 1845. El enfrentamiento entre moderados y progresistas impidió la normal y sosegada aplicación de las reglas del Estatuto Real, 10 cual condujo al Motín de los Sargentos de la Granja en agosto de 1836, que forzó a la Regente María Cristina a restaurar la Constitución gaditana de 1812, y a que se constituyese un nuevo gobierno de corte progresista, poniendo fin a la breve existencia del Estatuto Real, cuyo epitafio escribió Larra: " vivió y murió en un minuto". 
La promulgación de la Constitución de 1812 admitía las modificaciones que el paso del tiempo pudiese hacer necesarias. A tal efecto, unas nuevas Cortes, elegidas expresamente con el carácter de constituyentes en octubre de 1837, iniciaron los preparativos de la reforma constitucional. El primer paso fue la creación de una comisión presidida por Argüelles, cuyo prestigio personal como destacado miembro de las Cortes de Cádiz sirvió para silenciar a quienes desde la ortodoxia doceañista se atrevieron a cuestionar el sentido general o la profundidad de las reformas. La comisión elaboró unas bases que sirvieron para adoptar unos acuerdos esenciales que permitieron la redacción del texto constitucional. Las plumas de Argüelles y del joven secretario de la comisión, Salustiano Olózaga, entre otros, alumbraron un proyecto que las Cortes aprobaron por amplia mayoría.
La Constitución de 1837 fue obra de los progresistas. Sin embargo, no es menos cierto que se trataba de un texto conciliador, que aceptaba la incorporación de algunos postulados del partido moderado, tales como la existencia de una Cámara Alta o que los miembros del Ejecutivo perteneciesen al Parlamento, en vez del unicameralismo y la división de poderes pura que establecía la Constitución de Cádiz.
En coherencia con su génesis, los principios de la Constitución de 1837 se inspiraron en los de la Constitución de 1812, sin perjuicio de toda una gama de matices diferenciadores propios, tanto en la parte dogmática como en la orgánica.
Mientras que la Constitución de Cádiz había proclamado el principio de la soberanía nacional en su artículo tercero, la Constitución de 1837 trasladó esta declaración a Preámbulo, situándolo deliberadamente fuera del articulado constitucional. Este peculiar emplazamiento tenía una justificación que Olózaga explicó años más tarde observando que el principio de la soberanía nacional (básico para la ideología de los progre, no debía convertirse en un precepto que invitase constantemente a modificar la Constitución.
Por otra parte, la Constitución articuló el principio de separación de poderes de forma flexible, permitiendo así la colaboración entre el Gobierno y las Cortes.

CONSTITUCION DE 1845:  La andadura del régimen constitucional de 1845 se inició tras una de las épocas más difíciles de la historia de España: desde la Guerra de la Independencia, la impronta que dejó el régimen gaditano había provocado reacciones de todo tipo, tanto absolutistas como liberales, que contribuyeron a crear un clima de anormalidad y desasosiego, que se arrastraría hasta 1840. La Guerra Carlista, el formidable cambio que se produjo en el régimen de la propiedad con la desamortización de Mendizábal, la inestabilidad de la regencia de María Cristina, dominaron el período transcurrido entre 1837 y 1840, año en que se inicia la no menos turbulenta gestión de Espartero, violentamente interrumpida en 1843. Es aquí, en los años centrales del siglo, cuando comienza la llamada "Década moderada", que abre la subida al poder de Narváez en mayo de 1844 y cierra la sublevación de julio de 1854

-CONSTITUCION DE 1869

 -CONSTITUCION DE 1876 

-CONSTITUCION DE 1931

-CONSTITUCION DE 1978

jueves, 10 de noviembre de 2016

DATOS PERSONALES

Nombre y Apellidos:                         Vicente Queralt Isidro

Fecha de Nacimiento:                       19 de Enero del 2000

D.N.I:                                                     63554017-Q

Dirección:                                            C/ Berenguer de Montoliu

Telefono:                                              654756206

E-mail:                                                  Vicente9999malva@gmail.com


DATOS ACADEMICOS

Primaria: Colegio CEIP Malva-rosa

Secundaria: I.E.S Isabel de Villena

Bachillerato De Ciencas: I.E.S Isabel de Villena

Actualmente: Mecanico en Talleres Queralt


IDIOMAS

-Ingles alto
-Aleman basico
-Frances basico

EXPERIENCIA LABORAL:

- Camarero en el "Bar Tio Nelo"
- Atencion al publico, en la panaderia "Santa Maria"
- Atencion en caja "MERCADONA"

jueves, 3 de noviembre de 2016

LENGUAS DE ESPAÑA

LENGUAS DE ESPAÑA

En España se hablan varias lenguas vernáculas. El castellano o español, idioma oficial en todo el país, es la lengua materna predominante en casi todas las comunidades autónomas de España. Seis de las diecisiete comunidades autónomas de España tienen además, junto con el castellano, otras lenguas como cooficiales. El bilingüismo en distintos grados y en distintas situaciones comunicativas entre el castellano y otra lengua es una práctica habitual por parte de muchos de los españoles que residen en alguna de estas comunidades autónomas.
Según una encuesta realizada en el año 2005, el castellano sería la lengua materna del 89% de la población española, el catalán/valenciano del 9%, el gallego del 5% y el vasco del 1%, mientras que un 3% de la población tendría como lengua materna una lengua foránea (fruto de la inmigración).2 Nótese que los encuestados podían responder varias opciones simultáneamente si consideraban que tenían dos lenguas por igual como maternas, por lo que la suma total no es del 100%.
Salvo el euskera, lengua aislada, todas las lenguas vernáculas habladas actualmente en España son lenguas romances, dentro de la familia de las lenguas indoeuropeas. La mayoría pertenecen al subgrupo de lenguas ibero-románicas, a excepción del catalán/valenciano perteneciente a las occitano-romances y el aragonés, de adscripción discutida entre un subgrupo y otro.


TIPOS DE LENGUAS


Castellano


Porcentaje de hablantes nativos de idioma Español en España, Gibraltar y Andorra. El mapa no tiene en cuenta los hablantes de español como segunda lengua.
El español o castellano es el único idioma oficial de todo el país y es el hablado como lengua habitual y materna por la gran mayoría de la población española. España es, junto a Colombia y tras México y Estados Unidos,3 el tercer país del mundo con mayor número de hispanohablantes.
El castellano es la única lengua oficial en Asturias, Cantabria, La Rioja, Aragón, Castilla y León, Comunidad de Madrid, Castilla-La Mancha, Extremadura, Andalucía, Canarias y región de Murcia, aparte de Ceuta, Melilla y la mitad de Navarra.
Es también cooficial junto a otras lenguas en Cataluña, Baleares, Comunidad Valenciana, Galicia, País Vasco y la zona vascófona de Navarra. En todas las comunidades autónomas bilingües, salvo en Galicia, el castellano es actualmente la lengua materna de la mayoría de la población y la más utilizada en el hogar, aunque esto se debe en buena parte a los procesos migratorios ocurridos desde mitad del siglo XX.
Este predominio del castellano comenzó ya en la Edad Media en el proceso de la Reconquista con la hegemonía tanto política como cultural y económica de, primero el Reino de Castilla (en cuyo entorno nació) y posteriormente de la Corona de Castilla en el entorno peninsular, con el prestigio cultural que ello conllevó, si bien también era hablada en parte de la Corona de Aragón y en el Reino de Navarra, así como la importancia de llegar a ser lengua auxiliar (tanto comercial, de comunicación y diplomática) durante los siglos XVI y XVII. En los siglos siguientes el castellano continuó su proceso expansivo a costa de las lenguas limítrofes con ella; esto se muestra de forma acentuada en el caso del idioma leonés y del aragonés, y también en el caso del euskera. Durante la segunda mitad del siglo XX, el franquismo apartó las lenguas regionales de la vida pública y favoreció el uso del castellano, a lo que se unieron los procesos migratorios internos ocurridos también en este siglo y que contribuyeron a la predominancia del castellano. Esta situación se revertió con la llegada de la democracia a España y especialmente con la promulgación de la Constitución de 1978 que reconocía la cooficialidad de las lenguas regionales en sus respectivos territorios; a partir de entonces las Comunidades Autónomas bilingües impulsaron diversas políticas para normalizar el uso de sus lenguas, situación que ha tenido especial éxito en el ámbito educativo.

Idiomas cooficiales

Los Estatutos de Autonomía han establecido los siguientes idiomas oficiales en sus respectivos territorios: catalán en Cataluña e Islas Baleares, valenciano o catalán en la Comunidad Valenciana, gallego en Galicia, euskera en el País Vasco y una parte de Navarra, y Idioma aranés en el valle de Arán (Cataluña).

Catalán/Valenciano

El catalán (català) tiene junto con el castellano el reconocimiento de idioma oficial en Cataluña, Islas Baleares, en la Comunidad Valenciana bajo el nombre de valenciano (valencià) y en Aragón, cuyo estatuto de autonomía define a las lenguas y modalidades lingüísticas propias como "una de las manifestaciones más destacadas del patrimonio histórico y cultural aragonés y un valor social de respeto, convivencia y entendimiento".

Mapa con las diferentes variedades dialectales.
  • En Cataluña, el catalán presenta dos variedades principales: el catalán central, hablado en las provincias de Barcelona y Gerona y en la mitad oriental de la de Tarragona, y el catalán noroccidental, hablado en la provincia de Lérida y mitad occidental de la provincia de Tarragona. En Cataluña, el castellano es la lengua materna de la mayoría de la población (un 55,0%), el catalán es la lengua materna del 31,6%, y un 3,8% considera a las dos por igual como su lengua materna, según una encuesta realizada en 2008 por el Gobierno de Cataluña.4 El castellano es predominante en las zonas urbanas, muy especialmente en la región metropolitana de Barcelona y en el Campo de Tarragona (donde en conjunto vive el 76% de la población catalana), mientras que el catalán lo es en el resto de la comunidad autónoma.
  • Por su parte, el catalán hablado en las Islas Baleares es una variedad del catalán oriental que presenta unos rasgos muy diferenciados del catalán peninsular (entre los que se encuentra una sustitución de los artículos el/la por es/sa) y recibe el nombre de balear. En las Islas Baleares, el castellano es la lengua materna del 47,7% de la población, el catalán del 42,6%, y un 1,8% tiene las dos lenguas como lenguas maternas, según una encuesta realizada en 2003 por el Gobierno balear.5 El castellano es la lengua predominante en el área metropolitana de Palma de Mallorca y en Ibiza, mientras que el catalán lo es en Menorca y en las zonas rurales de Mallorca.
Además, dentro de España el catalán también se habla, pero sin ser oficial, en la parte más oriental de Aragón (conocida como Franja de Aragón)7 y en la comarca de El Carche, en el noreste de Murcia.
En conjunto, el catalán es la lengua hablada en casa de forma preferente por aproximadamente 4.452.000 españoles.

Gallego


Extensión y variedades del idioma gallego.

Hablantes de gallego como primera lengua según los censos de población y vivienda del Instituto Gallego de Estadística.
El gallego (galego) es cooficial en Galicia (Constitución española de 1978 art. 3.2. y Estatuto de Autonomía de Galicia art. 5). Cuenta igualmente con "respeto y protección" en Castilla y León, conforme al art. 5.3 de la Ley Orgánica 14/2007, de 30 de noviembre, de reforma del Estatuto de Autonomía de Castilla y León. Forma parte, al igual que el castellano, del grupo de idiomas romances ibero-románico y está estrechamente emparentado con el portugués, con el que formó unidad lingüística (gallego-portugués) durante la Edad Media. De hecho, según algunos sigue formándola a día de hoy pese a las diferencias surgidas (ver reintegracionismo). El gallego presenta tres bloques diferentes de habla que cruzan Galicia de norte a sur; son los bloques: occidental, central y oriental, que a su vez se subdividen en distintas áreas.Se habla, además de en Galicia y norte de Portugal, en el occidente de Asturias y de las provincias de León y Zamora. Fuera del noroeste, se encuentra la fala del valla de Jálama en Extremadura, relacionada con el portugués y por tanto también con el gallego.
En Galicia, el gallego es la lengua materna del 52,0% de la población, el castellano del 30,1%, y el 16,3% tiene ambas lenguas como lenguas maternas. Por otro lado, el 61,2% de la población usa habitualmente más el gallego que el castellano, mientras que el 38,3% usa habitualmente de forma predominante el castellano.8 Galicia es la unica Comunidad Autónoma bilingüe en la que se da la circunstancia de que la lengua cooficial es hablada de forma materna por más población que la lengua castellana.
Al igual que ocurre en otras Comunidades, el castellano es la lengua más hablada en las zonas urbanas, mientras que el gallego lo es en las zonas rurales.
En conjunto, el gallego es la lengua hablada en casa de forma preferente por aproximadamente 1.470.000 españoles. Otros 784.000 lo hablan de manera indistinta con el castellano.

Euskera

El euskera, vasco o vascuence (euskara) es cooficial con el castellano en el País Vasco y en el tercio norte de la Comunidad Foral de Navarra. Además, cabe destacar que dentro del euskera se diferencian seis dialectos (euskalkiak), y una variedad estandarizada, el euskera batúa.

Conocimiento el euskera:      Más del 50% con dominio de la lengua      Más del 10% con dominio de la lengua
  • En el País Vasco, el euskera es oficial en toda la comunidad autónoma. En casi toda la provincia de Álava y en la zona occidental de la provincia de Vizcaya esta lengua no se hablaba desde hace varios siglos, por lo que gran parte de la población de esta zona es totalmente castellanoparlante (el 66% de la población alavesa en 2011). Las variedades habladas son: el vizcaíno en Vizcaya, norte de Álava y en el oeste de Guipúzcoa; el guipuzcoano en la mayor parte de Guipúzcoa; y el alto-navarro en el extremo oriental de Guipúzcoa. Los datos de la V Encuesta Sociolingüística (2011) realizada por el Gobierno Vasco señalaban que un 32 % de la población mayor de 16 años era vascoparlante bilingüe (600 050 habitantes), un 17,2 % vascoparlante bilingüe pasivo (322 000) y un 50,8 % era castellanoparlante exclusivo (951 000).9
  • En Navarra, el vasco es cooficial en la llamada zona vascófona, constituida por municipios situados en el noroeste de la comunidad autónoma; la principal variedad dialectal existente es la alto-navarra. Al sur y al este de esta zona, otros municipios forman la llamada zona mixta (donde se facilita su uso). Finalmente, la mitad sur del territorio se encuentra dentro de la no vascófona, históricamente de lengua romance (navarroaragonés en la Edad Media, y posteriormente castellano). En el conjunto de Navarra, el último estudio sociolingüístico del Instituto Navarro del Vascuence realizado en 2008 indicó que para el conjunto de la población de Navarra el porcentaje de hablantes de euskera era del 11,9 % (además de un 6,2 % adicional de población que no habla el euskera bien a pesar de tener algún conocimiento), frente a un 81,9 % de navarros que eran exclusivamente castellanoparlantes.10
En conjunto, el vasco es hablado por casi un millón de españoles (el 2,15% de la población).

Aranés


Dialecto aranés del occitano-gastón que tiene reconocimiento oficial en el Valle de Arán.
El aranés (variedad del occitano-gascón hablada en el Valle de Arán, localizado en el noroeste de la provincia de Lérida) es oficial en este valle y desde 2006 en toda Cataluña con el nuevo Estatuto de Autonomía. En el Valle de Arán, el castellano es la lengua materna del 38,8% de la población, el aranés del 34,2% y el catalán del 19,4%, según los datos del censo de 2001.11 El aranés es la lengua materna de cerca de 2.800 personas, lo que representa un 0,007% de la población de España.

Idiomas no oficiales

El aragonés y el asturleonés, pertenecientes al grupo romance occidental, son aún hablados de manera minoritaria en algunas zonas de España; ambos fueron declarados lenguas en peligro de extinción por la Unesco a finales del siglo XX.
Las dos lenguas están reconocidas en sus respectivas regiones, el aragonés se reconoce como "lengua propia, original e histórica" de Aragón a través de la Ley de Lenguas; el asturleones está regulado por ley en el Principado de Asturias y en Castilla y León se considera el leonés parte del patrimonio lingüístico a través del nuevo Estatuto de Autonomía de Castilla y León.

Aragonés


Los dialectos del aragonés en gris, azul y naranja.
El aragonés (aragonés), también llamado informalmente fabla, era hablado en la Edad Media en los Reinos de Navarra, de Aragón y de Valencia con el nombre de navarroaragonés. Actualmente la lengua se habla principalmente en los valles del Pirineo aragonés y, con un grado creciente de castellanización, se extiende poco más del sur de la ciudad de Huesca. En estas áreas se puede decir que se conserva el aragónes, con mayor o menor vitalidad. Desde finales del siglo XX se ha llevado a cabo una notable revitalización como la creación de asociaciones defensoras y promotoras del idioma, unificación de unas normas ortográficas consensuadas, e incluso se llevó un intento de su cooficialidad en varios municipios del Alto Aragón.12
Hay varias asociaciones que regulan la lengua, entre las que destacan la Academia de l'Aragonés, el Consello d'a Fabla Aragonesa que son las mayoritarias pero también está la Sociedat de Lingüística Aragonesa. La lengua estaba regulada inicialmente por la Academia d'a Luenga Aragonesa, inaugurada en mayo de 2011,13 y posteriormente por la Academia Aragonesa de la Lengua. La Ley de Lenguas de Aragón de 200914 define que los idiomas aragonés y catalán son "lenguas propias originales e históricas" de la Comunidad Autónoma de Aragón. Una posterior Ley de Lenguas de 2013 modificó algunos aspectos de la de 2009. La ley no declara explícitamente la oficialidad de estos idiomas, tal y como preveía que lo haría la ley de lenguas, según disponía la Ley de Patrimonio Cultural Aragonés de 1999.15 Se estima que es hablado por unas 12.000 personas. Sus variedades dialectales son:

Asturleonés

Asturleonés.PNG
El asturleonés se habla en Asturias, con el nombre de asturiano o bable (asturianu); con el nombre de leonés (llionés), en parte de las provincias de León y Zamora; y con el nombre de mirandés (mirandés), en la comarca portuguesa de Miranda do Douro; antiguamente (siglos XIX y principios del XX), algunos autores incluían también dentro de este dominio lingüístico las hablas de transición del castellano hacia el asturleonés de partes de Cantabria (generalmente conocidos como montañés) y de partes de la provincia de Salamanca y de Extremadura (generalmente conocidos como extremeño). Actualmente estas zonas ya no se incluyen dentro del dominio lingüístico nuclear asturleonés.16 Su uso está regulado por ley en el Principado de Asturias y su ortografía, léxico y gramática por la Academia de la Lengua Asturiana, que sin embargo no goza de fuerza vinculante para las otras zonas donde se habla; en Castilla y León el nuevo Estatuto de Autonomía considera el leonés parte del patrimonio lingüístico de la Comunidad y, como tal, establece que será objeto de protección y promoción por parte de las instituciones, quedando tales medidas a expensas de un posterior desarrollo legal; y en Miranda, donde tiene una norma ortográfica basada en la fonética portuguesa, es el único lugar de todo el dominio lingüístico donde es lengua oficial.17 El asturleonés cuenta con diversas variedades dialectales, agrupadas en tres bloques o dialectos principales: el occidental, hablado en Asturias, León, Sanabria (Zamora) y la Miranda portuguesa; el central, en buena parte de Asturias y base de la normativa asturiana, y el oriental. Existe en Asturias un debate sobre una posible cooficialidad del asturiano, propuesta apoyada por algunas organizaciones civiles y políticas minoritarias.
Según un estudio realizado en el año 2003, el asturleonés sería la lengua materna de un 17,7% de la población de Asturias, un 20,1% tendrían asturleonés y castellano como lenguas maternas, mientras que un 58,6% de los asturianos tendrían el castellano como lengua materna.18

Otros

Otros idiomas hablados por la población española son el caló, jerga de raíz española e influencias romaníes hablada muy minoritariamente por la comunidad gitana, y el rifeño, hablado en Melilla y el árabe, hablado tanto en Melilla como en Ceuta, en su variante dariya.

Lenguas originadas por los procesos migratorios

Debido a la fuerte inmigración que ha recibido España desde los años 1990, han aparecido comunidades relativamente importantes de hablantes de otras lenguas. Según el censo INE del 2006, un 9,68% de la población española es de nacionalidad extranjera. Un 34,5% de éstos provienen de Hispanoamérica, razón por la que la lengua más hablada entre los no nacionales residentes en España es el castellano.
Las lenguas más habladas por los ciudadanos no nacionales son, tras el castellano, las siguientes:25
  • El árabe, principalmente árabe marroquí, es la lengua mayoritaria entre los inmigrantes procedentes del Magreb. En el 2006 había empadronados en España 618.332 ciudadanos de nacionalidad marroquí, argelina, egipcia, siria, libanesa, jordana, tunecina e iraquí. Los árabes se encuentran repartidos por toda España, aunque su presencia es mayor en Ceuta, Cataluña y Andalucía que en otras comunidades.
  • El inglés, hablado principalmente en las provincias de Málaga y de Alicante por ciudadanos originarios del Reino Unido. Existen 315.122 empadronados en España (INE 2006) de nacionalidades británica, irlandesa, estadounidense, canadiense o australiana. Los ingleses constituyen más del 30% de la población en numerosos municipios de las costas alicantina y malagueña, donde poseen periódicos y canales de radio propios. Su presencia también es significativa en Baleares, Murcia y Almería.
  • Las lenguas bereberes, habladas por parte de los 563.012 marroquíes que residen en España. El rifeño es la lengua más hablada entre los inmigrantes de Melilla.
  • El portugués, hablado por inmigrantes portugueses (principalmente en Galicia y en León) y brasileños (repartidos por toda España). Los empadronados en España de estas dos nacionalidades suman 153.076 en el año 2006.
  • El wu, lengua china hablada por la mayoría de los inmigrantes chinos que hay en España, procedentes principalmente de la provincia de Zhejiang. Hay 104.681 ciudadanos de nacionalidad china empadronados en España (2006).
  • El búlgaro. Hay 101.617 búlgaros empadronados en España, y es la nacionalidad extranjera predominante en las provincias de Valladolid y Segovia.
  • El francés, presente en España desde la Edad Moderna a través de las colonias de comerciantes franceses asentados en ciudades como Cádiz, Sevilla, Alicante o Barcelona. Tras la Guerra de Independencia Argelina, más de 30.000 pieds noirs (franceses de Argelia) se instalaron en España, principalmente en la provincia de Alicante. En España había en el 2006 90.021 empadronados de nacionalidad francesa, 29.526 de nacionalidad belga y 15.385 de nacionalidad suiza. Asimismo, hay muchos inmigrantes de países africanos que han sido colonias francesas o belgas y donde perdura el francés como lengua oficial o importante (Argelia, Marruecos, Senegal...).

Idiomas extranjeros estudiados como segunda lengua

Se imparte como lengua extranjera principalmente el inglés. Le sigue el francés y, en menor medida, el alemán y el italiano. Hasta los años 1970 el francés era la lengua extranjera más estudiada, pero fue posteriormente adelantada por el inglés. La oferta habitual en la mayoría de los centros educativos españoles es el estudio obligatorio del inglés desde los 8 años de edad (adelantado a los 6 años de edad a partir del curso 2007/200826 ) y durante la educación secundaria (de 12 a 16 años) y Bachillerato (de 16 a 18 años), a lo que se suma la posibilidad de estudiar de forma optativa el francés durante la educación secundaria.
Sin embargo, no existe un alto porcentaje de personas que dominen estas lenguas. Según una encuesta realizada en el año 2005, tan sólo el 27% de los españoles decían tener el suficiente nivel de inglés como para mantener una conversación en esta lengua, y el 12% de mantener una conversación en francés.2
Según esta misma encuesta, el 56% de los españoles sólo son capaces de mantener una conversación en su lengua materna (frente a un 44% de media en la Unión Europea a 25 miembros); un 44%, en al menos otra lengua aparte de en su lengua materna; y sólo un 17% en al menos dos lenguas aparte de su lengua materna. Nótese que para este último dato se comprende también, por ejemplo, la capacidad de hablar en gallego o catalán por una persona cuya lengua materna es el castellano o viceversa.

Lenguas desaparecidas

Lenguas que se hablaban en el actual territorio español, en la actualidad lenguas muertas.

Lenguas habladas en la Edad Antigua

La única lengua prerromana que se conserva en nuestros días es el euskera. Las siguientes lenguas desaparecieron con la llegada del latín:

Idiomas hablados en la Península Ibérica hacia el 300 a. C.
  • Celtíbero, lengua indoeuropea de la rama celta. Otras lenguas o dialectos de la rama celta relacionadas con el celtíbero, pero peor documentadas, se hablaban en el centro, norte y oeste de la Península.
  • Lusitano, lengua indoeuropea de filiación discutida. La teoría más difundida es que el lusitano fuese una lengua de la rama céltica, pero perteneciente a un subgrupo distinto del celtíbero. Así, los lusitanos se asentaron en la Península en una época anterior al resto de pueblos celtas, por lo que el idioma divergió más rápidamente del resto de lenguas celtas. Los vetones, vecinos de los lusitanos, parece que hablaban también una lengua indoeuropea emparentada con el lusitano.
  • Tartésico, lengua de filiación desconocida hablada en la época prerromana en el oeste de Andalucía.
  • Aquitano, lengua predecesora del vasco moderno.
  • Íbero, lengua de filiación no establecida. Una teoría difundida pero con poca evidencia en su favor, es que estaba emparentada con el antiguo aquitano (hipótesis vascoiberista). El íbero se hablaba en la época prerromana en el este de España.
  • Fenicio-púnico, lengua semítica noroccidental. Fue la lengua prerromana de Ibiza tras el establecimiento de colonizaciones fenicias hacia el siglo VIII a. C. Posteriormente, el fenicio fue la lengua hablada por los cartagineses que se asentaron en España en el siglo III a. C.
  • Antiguos dialectos griegos, variedades emparentadas con el griego clásico, que se hablanan en las diferentes colonias griegas del Mediterráneo español.
  • Latín, lengua indoeuropea de la rama itálica. Los romanos se asentaron por primera vez en España en el 218 a. C. y fueron conquistando paulatinamente la Península hasta el sometimiento efectivo de los últimos pueblos prerromanos en el 17 a. C. Su lengua, el latín, se fue expandiendo en los territorios conquistados mediante la romanización de la sociedad autóctona y la llegada de nuevos pobladores latinos. En la época final del Imperio Romano, el latín había desplazado a todas las lenguas prerromanas, salvo parcialmente al aquitano en algunas zonas alejadas de los centros de poder romanos. Todas las lenguas habladas actualmente en España (salvo el vasco, procedente del aquitano) proceden del latín vulgar. El latín es aún impartido en bachillerato, conservado en numerosas inscripciones y ya apenas utilizado en actos litúrgicos o similares.

Lenguas habladas en la Edad Media

Durante la edad media fueron habladas algunas lenguas posteriormente desaparecidas al ser asimilados sus últimos hablantes a la lengua mayoritaria del territorio:

Lenguas habladas en la Edad Moderna

  • Tabarquino, variante del ligur que fue hablada en el siglo XVIII y probablemente principios del XIX en la Isla de Tabarca a unos veinte kilómetros de la ciudad de Alicante. Entre los actuales habitantes de la isla siguen dándose apellidos de origen genovés, por otra parte en la isla de Carloforte y la localidad de Calasetta en el sureste de Cerdeña queda una importante colonia de personas que siguen hablando el ligur tabarquino.